sábado, 25 de octubre de 2014

Mozambique 3/7/2013

Aunque con un año de retraso y por capítulos voy a contar mi experiencia en Beira (Mozambique).


Hace un par de días que he llegado y esto no es el paraíso. No hay paraísos donde hay humanos, sean del color que sean.

La ciudad es fea, la gente pobre y, por lo tanto te “acosan” más que en Alicante. Se ofrecen para llevarte los bultos, empujarte el carro del supermercado; lo que sea para ganar unos meticales. Y no puedes atender a todos.

Hasta los árboles que me rodean son feos. El árbol que menos me gusta es la casuarina (hay algunas en la esquina del cuartel más cercana a la Universidad de Alicante) y los únicos árboles que tengo en mi entorno son, precisamente, casuarinas.

Mi “asistente”, Victorino, aunque aparenta 14 años, tiene 21 y no tiene zapatos.

La casa tiene la única ducha, entre la entrada principal y el salón. No tiene puerta, ni cortinas, ni mampara. ¡Y yo acostumbrado a echar el cerrojo!.

En fin, que a veces me da el bajón y me pregunto que hago aquí. Me siento exiliado; como Napoleón en Santa Elena.

Aún no tengo internet, La jefa me deja un par de horas mientras duerme la siesta de 5 a 7 aproximadamente.

El móvil mio no vale ni su Wasap. Me van a facilitar uno pero creo que no tiene Wasap

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