jueves, 30 de junio de 2011

CARTA A ADELA CORTINA POR SU CRITICA AL PROYECTO GRAN SIMIO

Adela Cortina es Catedrática de Ética y Filosofía Política en la Universidad de Valencia, Directora de la Fundación ÉTNOR y miembro de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas. A raíz de salir en la prensa la noticia de que una organización llamada Proyecto Gran Simio reclamaba derechos "para los monos", publicó el libro "Las fronteras de las personas" (Ed. Taurus) y una serie de artículos en la prensa en los que criticaba, con dureza, a nuestra asociación y sus pretensiones. Le envié un correo preguntándole si podría mandarle mi opinión sobre sus publicaciones y tras su respuesta afirmativa, le envié lo que sigue; nunca me respondió.


Sra Cortina:

Mientras leo su libro voy a comentar su artículo "La pequeña simia", publicada en El País.

Empieza diciendo "Si yo fuera una pequeña simia, estaría francamente molesta. ¿A qué cuento viene defender un proyecto gran simio, excluyendo a las simias y a los pequeños simios? ¿Por qué esa doble discriminación?". El argumento es facilón e impropio de una persona de su currículo.

Nuestra asociación se llama Proyecto Gran Simio porque está referido a un grupo zoológico que en el momento de nuestra creación se llamaba Grandes Simios y comprendía a las familias zoológicas de los póngidos y de los homínidos. Si se hubiese creado unos años más tarde se hubiese llamado "Proyecto homínido". Y respecto al tema sexista le diré que los especímenes tienen sexo pero las familias zoológicas no. No hay "pongidas", ni "homínidas", ni "unguladas o "dinosaurias"; como no hay "Rodrigaz" para referirse al sector femenino de las familia "Rodriguez".

Tampoco existen los "pequeños simios". Quizás se refiera a los Hilobatinos (¿Hilobatinas?). Y no nos dedicamos a su protección, no por discriminación, si no por especialización; como otras organizaciones se dedican a la protección de las ballenas (sin que con ello quieran discriminar a otros cetáceos).

Si lo que pretende es acusarnos de sexistas, con nosotros se equivoca de pleno ya que todo nuestro trabajo se basa en científicas como Jane Goodall con los chimpancés, Dian Fossey con los gorilas, Biruté Galdikas con los orangutanes; y en España como Carmen Vidal y Rebeca Atencia con los chimpancés, Magdalena Bermejo con los gorilas y Karmele Llanos con los orangutanes; y respecto al estudio de homínidos en cautividad, Debrorah Fouts con los chimpancés, Francine Patterson con los gorilas, Lyn Miles con los orangutanes y Sue Savage-Roumbaugh con los bonobos. Basándose en los trabajos de estas mujeres, una filósofa llamada Paola Cavalieri ideó nuestro proyecto el cual editó junto a un filósofo de renombre como Peter Singer. Actualmente, Paola Cavalieri no quiere saber nada de nuestro proyecto e incluso se niega a reeditar nuestro libro pues está cansada que personas como usted contribuyan a secuestrar una idea QUE ERA DE ELLA y se la atribuya, como no, a un hombre, Peter Singer. ¡Como si ella no tuviese capacidad de idear un proyecto como esté, sin ayuda de un varón!: Como ve, es usted más machista que nosotros.

Incluso eran hembras la mayoría de los ejemplares de simio en los que se apoyaron sus estudios; como la chimpancé Washoe (Roger y Debie Fouts), la gorila Koko (Francine Patterson) o la bonobo Pambanisha (Sue Savage.Roumbaug).

Se equivoca también con su definición de "especismo", que no es "dar preferencia a los seres humanos por pertenecer a la especie Homo sapiens"; si no discriminar por motivo de especie (generalmente, como en el racismo o el sexismo, dando preferencia a la raza, sexo o especie dominante sobre las más débiles).

Para no extenderme demasiado le pondré un ejemplo. Si estuviesen presos: un hombre blanco, uno negro, una mujer y un gorila, y hubiese que reconocer el derecho a la libertad de alguno de ellos, el racista liberaría a los blancos, el sexista a los varones y el especista a los humanos. Más claro: imagine un hombre preso: por ejemplo Josu Ternera, Bin Laden o "El monstruo de Amsteten" y ahora un gorila preso; por ejemplo Copito de Nieve. Usted, como humanista y gran defensora del hombre y su "DIGNIDAD" liberaría a los primeros, mientras que yo liberaría a Copito de Nieve. Y no porque prefiera a un animal sobre un hombre; si no porque prefiero a un inocente sobre un culpable, independientemente de su raza, sexo o especie.

Los humanos no pertenecemos a ningún "genero" animal; si no al REINO animal.

Continúa diciendo "Ocurre, sin embargo, que en textos oficiales de nuestro país, en los que se propone adherirse al Proyecto Gran Simio, se alude, como motivos para sumarse al proyecto, a "la cercanía evolutiva y a la vecindad genética que tenemos con nuestros parientes, los grandes simios (secuencia del ADN de los grandes simios)", y al hecho de que compartamos "la inmensa mayoría de nuestro material genético con estos seres", de donde se sigue que son "compañeros genéticos de la humanidad"."

Permítame que se lo explique lo más brevemente que pueda. Hace más de 200 años, Carl von Linneo estableció una forma de clasificar a los animales comparando su anatomía; así, por ejemplo, se ha llegado a la conclusión que los humanos pertenecemos al reino animal, a la clase de los mamíferos, al orden de los primates, al infraorden de los simios, a la familia de los homínidos y a la especie Homo sapiens. Pero hay ocasiones que las diferencias anatómicas entre los animales es tan escasa que es difícil una correcta clasificación; afortunadamente en la actualidad se puede recurrir a análisis genéticos.

El genotipo de los seres vivos tiene la característica de ser único para cada individuo, como sus huellas dactilares; pero, además, el genotipo de dos individuos es tanto más parecido cuanto más emparentados están. Así, el genotipo más parecido al mío es el de mi hermano (compartimos antepasados comunes a partir de nuestros padres) y luego el de mis primos (compartimos antepasados comunes a partir de nuestros abuelos) etc, etc. Luego, comparando los genes de las especies podemos establecer quienes están más emparentadas y quienes menos hasta crear un "árbol genealógico" con ellas. De hecho, si pudiésemos analizar los genes de todos los seres vivos, podríamos ver que todos los seres vivos pertenecemos a un único "arbusto genealógico". Incluso podríamos averiguar que parentesco tenemos usted y yo (primos "n"). Esto es real; se puede medir, se puede tocar. Con esto no hay forma de "sacarnos" de ese arbusto que nos emparenta con todo lo vivo y en ese arbusto no hay distinciones. El que tengamos un alma o una dignidad o cualquier otra gaita que pretenda mantenernos separados del resto de lo vivo es solo fruto de su imaginación, disquisiciones filosóficas que solo buscan justificar situaciones de privilegio sobre lo demás. Pero esto es otra historia; volvamos a lo que trataba de explicar.

Hasta 1997 los grandes simios estaban formados por dos familias biológicas: los póngidos formados por chimpancés, gorilas, orangutanes y bonobos y los homínidos formados exclusivamente por los humanos (ya que neandertales, erectus, habilis, etc ya se han extinguidos). La separación de estas dos familia estaba justificadas por claras diferencias anatómicas y de comportamiento. Sin embargo, la ciencia siempre curiosa, se preguntaba que especie animal era la más cercana a nosotros, los chimpancés o los gorilas. Para resolverlo se acudió a la genética y la respuesta es: los chimpancés. PERO, en el transcurso de la investigación surgió una sorpresa: la cercanía del chimpancé/bonobo a los humanos es mucho mayor que la que se creía; y es más el chimpancé/bonobo está más cerca del hombre que del gorila. De hecho, de los 5 grandes simios los más emparentados son el chimpancé y el bonobo, luego el humano, luego el gorila y el más diferente de los demás es el orangután. Y esto es así hasta el punto que humanos, chimpancés y bonobos pueden hacerse transfusiones de sangre (siempre que estén sanos y no hay riesgo de enfermedades que salten de especie) mientras que la sangre del chimpancé y el gorila es incompatible. A partir del conocimiento de este dato ¿que se puede hacer?.

Imagínese que se hace un estudio genético de todos los vecinos de su edificio y el resultado es que están tan emparentados como cualquier otro humano; pero surge la sorpresa que sus genes son muy similares a los de su vecino del 5º.
- ¿Como cuanto de similar, doctor?
- Tanto, tanto que yo diría que el vecino del 5º y usted son hermanos.
- ¿Hermanos?, llevo 20 años de "hola" y "adiós" y resulta que puede ser mi hermano.
A partir de ese conocimiento ¿que hace?. ¿No tiene curiosidad de como es
esto posible?¿seguiría con el "hola" y "adiós" o se implicaría más en su
vida?.

Pero ¿como es posible que lo que digan nuestros genes de nuestro parentesco con los chimpancés sea tan distinto a lo que vemos con nuestros ojos?. ¿Como es posible que la Tierra gire entorno al Sol cuando con mis ojos veo claramente que es el Sol el que gira entorno a la Tierra?. Nuestros sentidos nos engañan; nuestros genes no. Y nuestro caso no es único en la Naturaleza: los delfines están mucho más emparentados con los hipopótamos que con los tiburones y eso que se parecen mucho más a estos últimos. Los buitres europeos son familia de las águilas mientras que los buitres americanos son familia de las cigüeñas. El hábitat normal de un mamífero es la tierra firme y para desplazarse por ella necesita patas; pero si el mamífero se adapta a vivir en el mar no puede hacerlo sin forma de pez. El hábitat normal de un simio es la selva; pero si un simio la abandona y ocupa la sabana, deja de tener el aspecto de sus familiares del bosque aunque como vestigio de su pasado sigue conservando una espalda ancha con largas clavículas y omoplatos atrás (en vez de a los lados como perros, gatos y demás mamíferos) estructura típica de simio adaptado a desplazarse de rama en rama con muñecas giratorias, dedos oponibles para agarrase y ojos al frente de la cara para calcular la distancia a la próxima rama.

Una vez que sabemos que los chimpancés están más emparentados con nosotros que con los orangutanes, no tiene sentido que ellos y nosotros estemos en familias zoológicas distintas (póngidos y homínidos) así pues, la comunidad científica acuerda reunirnos a todos en una única familia; la de los homínidos. De repente, cuando pensábamos que éramos la única especie viva de los homínidos, hemos descubierto que aún quedan homínidos. Además, estos datos se ven ratificado por los estudios sobre comportamiento realizados por las investigadoras antes enumeradas, que demuestran que tienen cultura diferenciada según el lugar geográfico que ocupen, capacidad de transmitírsela a sus hijos, conciencia de si mismo, de la muerte, del pasado y del futuro, capacidad de reír, de mentir, de engañar, empatía, etc, etc. La antropóloga Jill Pruetz (¡otra mujer!, ¡que raro que una asociación tan machista como la nuestra, se base en los trabajos de otra mujer!) está estudiando un grupo de chimpancés en Senegal donde apenas hay árboles y ha descubierto que algunas hembras (¿hembras?) cazan con lanza y viven en cuevas.

Le repito la pregunta: Ahora que hemos descubierto que hay otros homínidos ¿que hacemos con ellos?. Un neandertal es hombre (con dignidad) o animal, ¿y un homo erectus? ¿y un homo habilis). ¿Debería tener derechos un neandertal?. En Indonesia, en la isla de Flores, recientemente se ha descubierto unos homínidos (homo floresciensis) de la altura de un chimpancé y con un cerebro 100 gramos más pequeño ¿es persona o animal? ¿de quedar alguno vivo ¿debería tener derechos?. Si descubriésemos que el Yeti existe y es un neandertal que aún queda vivo, ¿lo cazaríamos, le encerraríamos en un zoo y sus hijos los venderíamos a otros zoos para espectáculos de los visitantes?. Según usted si, porque no son humanos y no tienen dignidad.

La historia se repite: siempre ha habido gente que ha luchado para extender los derechos a otras razas y siempre ha habido gente como usted que ha puesto enrevesados argumentos para impedirlo; siempre ha habido gente generosa y comprometida a extender sus derechos a otro sexo y siempre ha habido gente como usted dispuesta a impedirlo. No debería molestarme en gente como usted; ustedes siempre estarán ahí impidiendo cualquier avance, queriendo hacer daño PORQUE SI. Porque ¿en qué le perjudica a usted reconocer el derecho a la vida de un chimpancé? ¿en que? ¿reclama su derecho a matarlos? ¿en qué le perjudica reconocer su derecho a ser libres?. Perdone, no es mi intención ofenderle, pero es usted mala gente.

España es un país avanzado en el reconocimiento de derecho. Recientemente ha reconocido el derecho al matrimonio de los homosexuales ¿hemos tocado techo? ¿podemos seguir avanzando?. Yo creo que si, España puede reconocer el derecho a la vida a la libertad y a no ser maltratados al resto de nuestra familia zoológica (al menos) y sin ningún sacrificio.

Pero es que, además, de todo esto el hombre sale beneficiado. El hombre nunca hubiese llegado a la Luna si se hubiese empeñado en mantener a la Tierra en el centro del Universo. Reconocer que ocupa "un lugar subordinado" girando entorno al Sol no solo no le ha hecho perder su "dignidad" si no que ha permitido un avance espectacular en el conocimiento del cosmos. El hombre ha avanzado mucho en tecnología pero sigue teniendo guerras, envidias, infidelidades, malos tratos a hijos y esposas, etc. No hemos avanzado nada en este campo. Estamos atascados como le estaba la astronomía precopernicana. Y todo ello porque mantenemos un "lugar de privilegio" que nos iguala a Dios inexistente y nos a leja de nuestra animalidad existente y real. Nos falta humildad e igual que en Alcohólicos Anónimos tenemos que reconocer lo que somos para poder curarnos de nuestros atávicos defectos.
Si, me llamo Paco Cuéllar y SOY UN SIMIO.

La psicología actual incluye el estudio de primates. No podemos saber los orígenes de la cultura, del lenguaje, de la inteligencia, de la violencia, de las infidelidades etc estudiando los huesos de nuestros antepasados. La respuesta a esto la tienen aquellos seres que más se parecen a nuestros antepasados. Le podría poner miles de ejemplos (lea nuestro libro). Hoy Roger Fouts hace milagros con niños autistas gracias a lo que ha aprendido hablando con chimpancés (mediante lenguaje de signos).

Y nosotros no somos animalistas; somos gente de la frontera; de la frontera entre los "animales" y las "personas". Así que no seguimos a Jeremy Bentham; y en cuanto a Peter Singer, solo como agregado a Paola Cavalieri (además de que la estructura española tiene carácter propio).

Saludos.

Paco Cuéllar
www.proyectogransimio.org