domingo, 14 de octubre de 2012

Mi opinión sobre la independencia de Cataluña, por si a alguien le interesa

En primer lugar, quiero dejar claro que, en principio, soy contrario a a cualquier independentismo; a cual quier intento de separar humanos mediante fronteras, por los motivos que sean (salvo extremas situaciones). Si soy contrario a las barreras entre razas, sexos e incluso especies, cómo lo voy a ser por un motivo tan peregrino como es haber nacido en lugares distintos.

Por ello tengo que lamentar la decisión de buena parte del pueblo catalán de separarse del resto de España. Es algo que se veía venir desde hace años. Algunos "unionistas" han reaccionado tarde; como los malos estudiantes: todo el curso de juerga y se les ocurre ponerse a estudiar la víspera del examen. Treinta años sembrando "diferencias" y ahora se extrañan de recoger la cosecha equivocada. Ya no hay remedio.

Y me pregunto: ¿como hemos llegado hasta quí?. ¿que hemos hecho mal para que ciertos territorios quieran formar parte de Europa y no quieran formar parte de España?. ¿Que es lo que hace Europa para resultar atractiva a pueblos muy distintos de todo el contienente y qué es lo que ha hecho España para producir tanto rachazo en pueblos como el catalán, el vasco o el gibraltareño?.

Y lo peor es que, en vez de reflexionar y hacer un poco de autocrítica, algunos plantean incluso el echar mano de las armas. Que no se divorcie nadie de mi sin mi permiso, o sufrirá las consecuencias. Penoso.

La guinda del pastel han sido los acontecimientos de estos muy últimos años. Tanto el Gobierno de PSOE como del PP han decidido resolver la crisis a costa de los que no la han causado y son los más débiles. Y cuando el pueblo protesta, se les llama perroflautas, terroristas, violentos y hasta golpistas. Todo, menos atender a sus quejas. El pueblo tiene que soportar que les arrebaten el trabajo, el subsidio, la vivienda, la sanidad, la educación, la jubilación, etc, para salvar a los bancos y a los partidos políticos, sin derecho a protestar. Así, la única salida, para el que puede, es abandonar el barco y navegar por su cuenta. En el fondo, afortunados los catalanes que pueden hacerlo; el resto de los españoles aún nos queda... ¿que nos queda aún que nos puedan arrebatar?