martes, 11 de junio de 2013

El año que descubrí el Universo


Uno de los pocos periodos de mi vida que recuerdo con cariño fue el relacionado con la llegada de la televisión. La mayoría de vosotros habéis nacido con la tele ya en casa; así que no recordáis cual fue el primer programa que visteis.
Mi caso no fue así. Con 10 años, justo en el momento en que empezaba a descubrir que había mundo más allá de la Plaza Marcos Tognetti de Ronda, de pronto, un aparato llamado televisor me abre una ventana al universo. De golpe.
Lo primero que recuerdo son series como EL FUGITIVO, LOS INTOCALBLES DE ELIOT NESS o BONANZA. En ellas, era frecuente ver la muerte de algún ser humano. Mi abuela; preocupada por que aquellas muertes pudieran afectarme a mí o a mis hermanas, se apresuraba a explicarme que se trataba de actores que fingían esa muerte y que en cuanto la cámara dejaba de apuntarles, se levantaban “y extendían la mano para cobrar”. Y era cierto: algunos de los actores que vi “morir” en BONANZA, días después los veía en LOS INTOCABLES o EL FUJITIVO.
THE THUNDERBIRS era una serie hecha con marionetas. Aún no ha sido superada.



Pero la “muerte” de seres humanos o una muy buena serie de marionetas, no era más que el principio de lo que me quedaba por descubrir.

LOS INVENCIBLES DE NÉMESIS. Esta serie me sorprendió por varias cosas. Némesis un una imaginaria ciudad costera de Estados Unidos en cuyas playas había un enorme geiser artificial. Años más tarde he visto varios; uno de ellos, cerca de aquí, en el Campello. Otra cosa sorprendente era su protagonista femenina: Alexandra Bastedo. ¿Podían existir mujeres tan bellas?. Ahora nos echamos las manos en la cabeza cuando vemos una árabe con el pelo tapado por un velo; pero el traje de “doña Rogelia” era muy habitual en la España de los años 60. En mi pueblo solo había niñas y “doñas Rogelias” porque en cuanto una joven se casaba, la vestían de negro y encerrada en casa. Las actrices de televisión han hecho mucho por la liberación de la mujer, sin tener que acudir a decretos y prohibiciones.
Pero lo más sorprendente de LOS INVENCIBLES DE NÉMESIS es que sus protagonistas, tres investigadores de la CIA, hablaban entre si ¡con el pensamiento!. Lo que años más tarde se conocería como telepatía. No podéis ni imaginar lo que eso supuso para un niño de 10 años.



LA FAMILIA MONSTER. Una familia cuyo padre era Frankenstein y el abuelo Drácula ¡y eran simpáticos y divertidos!.



Este era el mundo al revés, hasta había brujas guapas y divertidas, muy lejos de las brujas con verruga en la nariz y gato negro sobre su hombro. Este era el caso de EMBRUJADA.


Era época donde el “Telón de acero” las tensiones entre la Unión Soviética y Estados unidos influenciaban mucho en las series de televisión. Abundaban las series de espías como EL AGENTE DE CIPOL, YO SOY ESPIA, SUPERAGENTE 86, EL PRISIONERO, LOS VENGADORES y algunos años más tarde, MISIÓN IMPOSIBLE. Por cierto, nunca ha habido un inglés más inglés que Patrick Macnee ni una espía más sexi que Diana Rigg; por eso cuando la serie se llevó a la pantalla grande, fue un auténtico fracaso. Y es que las comparaciones son odiosas.

Naturalmente, en todas estas series y en las del oeste que también hubo alguna más que BONANZA, como EL VIRGINIANO o el GRAN CHAPARRAL, había su buena ración de muertos que a nosotros no nos afectaba porque ya sabíamos que eran actores y al apartarse la cámara “ponían la mano y a cobrar”.

Pero si era época de espías, también era época nuclear y de grandes avances tecnológicos. ¡Cuántas tardes de terror pase, los sábados, detrás del concurso Cesta y puntos, viendo como los monstruos de las profundidades marinas acechaban al Seaview en VIAJE AL FONDO DEL MAR!. Ahora produce cierta ternura ver como los tripulantes del submarino aumentaban o disminuían su potencia introduciendo o sacando, manualmente, las barras de uranio en su reactor.


Y como no. En plena carrera espacial no podían faltar las series de viajeros al espacio. OVNI o STAR TREK nos hacían pensar que en pocos años (en 1980) podríamos vivir en cualquier lugar del espacio.

El actual conocimiento del espacio, su inmensidad y los grandes inconvenientes técnicos, han alejado de nosotros esa posibilidad. Como consecuencia, las series de este tipo ya nadie se las plantea.


Pero no acababan aquí mis descubrimientos, ni mis sorpresas. JIM WEST; en época de espías no podía faltar un 007 vaquero. Pero lo sorprendente de Jim West era su forma de pelear: mucho antes de que apareciera por la televisión el “pequeño saltamontes” (a quien no le suene, le diré que es como se le conocía al protagonista de la serie KUN FU) este vaquero daba mandobles a 30 tíos que le rodeaban con una forma de pelear hasta entonces desconocida, llamada Tai Chi Chuan, primero y luego Kun Fu. Teníais que haber visto a los chavales de la época ponerse en guardia como si fuésemos a bailar flamenco para luego liarnos a patadas y puñetazos imitando a Jim West.  A mí me costó una bronca de mis abuelos ya que la serie la ponían por la tarde, después del telediario de las 3. La empezaba a ver en casa y la terminada de ver en un bar antes de entrar a la escuela. Por ello, siempre llegaba tarde; hasta que un compañero se chivó a Doña Mercedes Huesa, profesora de Literatura y ella se quejó a mis mayores.

Y por si faltara poco, ¡EL TÚNEL DEL TIEMPO!. La tele planteaba la posibilidad de viajar por el tiempo. Cuando llegó el verano me tuve que ir con mis padres que trabajaban en el circo. Cada semana en una ciudad distinta y cuanto llegaba el día en que emitían EL TÚNEL DEL TIEMPO me tocaba recorrer las calle en busca de algún escaparate donde planchar mi nariz y ver como los americanos viajaban por el tiempo; una veces ayudaban a los griegos en la conquista de Troya y otras veces defendían el Álamo de los ataques del ejército mexicano. De no salir de mi barrio a, de pronto, viajar por el tiempo y por el espacio. Años más tarde vería Viaje al futuro y otras muchas películas pero por mucho que os esforcéis no podéis imaginar lo que supone descubrir esa posibilidad por primera vez en vuestra vida.

Y ya que estamos hablando de viajar al espacio no hay que olvidar la posibilidad de vida en otros planetas e incluso que esos otros seres se les ocurra venir a la Tierra a invadirnos. Ese era el tema de otra serie que abrió otro camino en mi imaginacion. LOS INVASORES.

En esta serie, el arquitecto David Vincent descubría la llegada de extraterrestres a nuestro planeta y nadie le creía. Estos, no erean fáciles de identificar ya que adquirían la forma humana. Solo se diferenciaban de nosotros porque no eran capaces de doblar el dedo meñique.
Nos pasábamos todo el capítulo mirando las manos de todos los personajes a ver si podíamos diferenciar entre marcianos y terrícolas.
David nunca podía encontrar pruebas; ni siquiera cadáveres; pues estos, nada mas morir, se desintegraban ante nuestros ojos; solo quedaba un puñado de cenizas que el viento se llevaba.
Al ver esto, mirábamos a nuestra abuela como preguntándole "¿No eran actores que cuando la cámara deja de apuntarles extendian la mano y a cobrar? ¡No queda nada de ellos!.
Mi abuela, preocupada por lo que esas muertes nos pudiera afectar, se dirigió a mi abuelo y le preguntó.
- Paco Junio, ¿cómo se hace esto?
- Eso lo hacen con cmbinaciones de espejo - Respondía con aires de experto en el tema.
¡¡ Combinaciones de espejos !!. Al día siguiente me metía en el cuerto de baño, me ponía delante del "romi" (que era un armarito metálico con puertas de espejo, que se ponía encima de los lavabos para guardar medicamentos o productos de belleza) y metiendo mi cabeza entre las puertas abuertas, trataba de buscar la combinación de espejos necesaria para desaparecer.
- Niño, ¿que haces en el cuerto de aseo?
- Combinaciones de espejos, abuela.