martes, 12 de febrero de 2008

LOS ANIMALES, ¿PUEDEN TENER DERECHOS SIN OBLIGACIONES?

Proyecto Gran Simio, organización a la que pertenezco, tiene como uno de sus objetivos reclamar el reconocimiento de los derechos a la vida, a la libertad y a no ser torturado a chimpancés, bonobos, gorilas y orangutanes. Algunos de sus detractores argumentan que "no se pueden reconocer derechos a quienes no tienen obligaciones".
El PGS contra argumenta diciendo que hay muchos humanos que tiene derechos sin tener ninguna obligación; como es el caso de los niños, los enfermos de alzheimer, los autistas, etc.
Pero es que, además, no es cierto que los animales no tengan obligaciones; tienen obligaciones y los humanos les exigimos que sean responsables de sus actos. Naturalmente que una animal no tiene la obligación de pagar impuestos, por ejemplo; pero es que tampoco reclama derechos como el de una vivienda digna, seguridad social, o al trabajo.
Los humanos obligan a los animales a que cumplan las leyes; sobre todo, aquellas destinadas a garantizar la vida y las propiedades de las personas. Así pues, cuando un tiburón, por ejemplo, ataca a una persona, o cualquier animal roba alimentos o destroza propiedades, se les considera responsables de esos actos y son condenados a muerte; tanto él, como todos los de su especie, que estén por los alrededores.
Cuando un humano muere a causa de un cable eléctrico no protegido, nadie responsabiliza al cable ni lo condena a muerte. Un cable no puede ser responsable de nada; al parecer, un animal sí.
Los animales domésticos tienen aún más obligaciones: los perros de caza tienen la obligación de cazar, las vacas de superar un mínimo de litros de leche, los caballos de carreras de ganar. Y en todos los casos, cuando un animal de este tipo no cumple sus obligaciones, el castigo es la muerte. En España, todos los años mueren ahorcados cientos de galgos porque, han dejado de cumplir su obligación de ser los mejores cazando liebres.
Si responsabilizamos a los animales de sus actos y los condenamos, nada menos que con la muerte, por dejar de cumplir con sus obligaciones, también deberíamos reconocerles sus derechos.
Además, en aras de esas obligaciones, a algunos animales se les ha llevado ante los tribunales; como recoge el libro "Enjuiciamiento de animales y objetos inanimados en la segunda mitad del siglo XX", de Niceto Alcalá-Zamora y Castillo (Revista de la Facultad de Derecho de México, UNAM, t.XX, números78-80, julio-diciembre). A continuación, algunos ejemplos.
Animales denunciantes
Una banda de jovenzuelos se apoderó, en una casa de Caracas, de objetos valiosos y de dieciocho pájaros, entre ellos varios loros, que al ver que se los llevaban unos extraños comenzaron a gritar "¡ladrones!, ¡ladrones!", llamando la atención de la policía y provocando la detención de aquellos. ("Tiempo", 27 mar. 1972)
Animales denunciados
Cuatro elefantes pertenecientes a un circo se dirigían de la estación de ferrocarril al Palacio de los Deportes, por las calles céntricas de Barcelona. Un agente de la policía los multó por desobediencia a los reglamentos de la circulación, y al domador por "transporte de animales voluminosos sin permiso municipal" ("Excelsior", 31 dic. 1965)
Sujetos pasivos
Durante la posguerra española, se detuvo a un gitano sorprendido en plena vía pública cometiendo abusos deshonestos... con un burro, que, además (circunstancia por lo visto agravante), no era de su propiedad (Noticia recogida por el letrado Serrano Pacheco).
Animal demandado
En Acapulco, un loro, tras insultar a un cómico, fue llevado ante la Junta de Arbitraje y Conciliación. Ante ella, se limitó a emitir "un sordo gr... ger... gr... ger", por lo que se consideró que se retractaba (sic) y fue absuelto ("Novedades" de México, 14 mar. 1972)
Animal detenido
Un perro pastor alemán entró con su dueño en un café de Bogotá, comenzando ambos a empinar el codo. Al poco tiempo se desencadenó una riña, participando activamente el dueño con los puños y el perro con mordiscos y siendo trasladados a comisaría bajo la acusación de "embriaguez, escándalo y daño en propiedad ajena". El can fue liberado por la esposa de su amo, quien pagó la oportuna fianza, mientras que éste siguió detenido ("Excelsior", 19 sep. 1968)
Animal ejecutado
Como consecuencia de la muerte del banderillero Joaquín Camino, en la Plaza de Toros de Barcelona, por el toro "Curioso", sus propietarios decidieron que la madre del toro fuera apuntillada; es decir, le hicieran cargar con la culpa del hijo, que había sido, por su parte, estoqueado, momentos después de la cogida, por el diestro Paco Camino, hermano de la víctima ("Ya", 10 jun. 1973)
Pero, de todas formas, los derechos no se deberían de reconocer a cambio de las obligaciones; si no en función de si son capaces de disfrutarlos. El PGS no reclama, para los homínidos no humanos, el reconocimiento a disfrutar de derechos como al trabajo, a la vivienda, al voto, a la educación, etc, etc; porque creemos que, a diferencia de los humanos, ellos no tienen las capacidades necesarias para disfrutarlos. En cambio si que tienen la capacidad de disfrutar del derecho a la vida, a la libertad y a no ser torturados; ellos y otros muchos animales.