El 15M, otra decepción

Cada vez lo tengo más claro: por desgracia, a los españoles solo nos queda la resignación. ¡Ya, ya!, ya sé que lo que se lleva son los mensajes de ánimo; aquellos que nos invitan a volvernos a levantar; pero la realidad es tozuda.

Seis millones de parados: unos sobreviviendo con la chapuza "ilegal", otros haciendo guardia en la puerta de iglesias y supermercados, otros viviendo de sus suegros, los que pueden marchándose al extranjero y el resto buscando en las basuras. Nuestros hijos con una educación en precario. Nuestros padres con jubilaciones cada vez más menguadas. La población bajando su esperanza de vida debido a una sanidad privatizada, un copago sanitario y una alimentación cada vez más deficiente porque no se llega a fin de mes. Muchos perdiendo sus casas. El país podrido de corrupción política y financiera, etc.

Ante este panorama, votas a un gobierno que te engaña, aguantas a una oposición pasiva y sufres unos sindicatos que no respiran, vaya a ser que les quiten lo que les queda de subvención del Estado. La última esperanza, el clavo ardiendo que te queda, la marea que parece estar formada por gente como tú con tus mismos problemas, el 15M, tampoco es lo que esperabas.

El pasado domingo; después de que me decepcionaran hace más de dos años, decidí volver a las plazas, a ver si la cosa había cambiado. Y si; a peor. DESPUÉS DE MÁS DE DOS AÑOS, AÚN SIGUEN TAN DESORGANIZADOS QUE UNA PLAZA NO SABE LO QUE ESTÁ HACIENDO LA DEL PUEBLO DE AL LADO. ¡Como se puede ser tan inútil! ¡y luego se quejan de la pérdida de seguidores!.

En el siglo XII, un ignorante cabrero mongol de mierda, llamado Temuyín, siendo aún muy joven, consiguió reunir las tribus vecinas y crecer hasta construir el mayor imperio de la historia de la humanidad. Ahora se le conoce como Gengis Kan. Hoy, casi mil años después, personas con formación universitarias, son incapaces de ponerse de acuerdo en lo más mínimo. Cada uno va a su bola, ocupándose de las chorradas más absurdas y olvidando los principales problemas de país y de los españoles.

Esto es como una partida de ajedrez; solo que una de las partes tiene todas las piezas: el poder político, militar, económico, religioso y mediático; mientras la otra, solo dispone de peones. La banda de los peones, no dispone de armas, ni de economía para dar sobresueldos, ni el poder empresarial para cambiar las leyes a su medida (como hace Adelson); su única, UNICA, fuerza sería la unidad; y después de más de dos años, aún estar sin organizar. La unidad es el PRIMER paso de los débiles y el 15M lleva dos años de retraso y perdido en discusiones absurdas.

Pero eso no es lo peor. Lo peor es que te acercas a tratar de aportar tu opinión ante la pregunta "¿que pasa que el 15M está perdiendo apoyos?" y tus palabras se las lleva el viento. Alardean de que "en el 15M, de hace lo que decide la mayoría"; pero no es cierto: si tu opinión no coincide con la "corriente del 15M" no solo no se vota; si no que ni siquiera se discute; simplemente se ignora. Y uno dice: para hablar con la pared, me voy a Jerusalén.

Vuelvo a casa, me miro al espejo y me pregunto: Pero tío, ¿no eres de Proyecto Gran Simio?, ¿no sabes que los humanos somos simios y como simios, animales de manada?, ¿aún no sabes los simios solo oyen al macho dominante?. ¡lo tienen grabado en sus genes, no lo pueden evitar!. Si vas a una reunión y dices algo distinto de "Beehehehehe", los allí reunidos, se miran unos a otros perplejos y siguen con sus balidos.