En 35 años de ecologismo activo, excepto Proyecto Gran Simio, no he conocido a ninguna organización ecologista que no pretenda dominar a la Tierra. Aquello que decía el jefe indio siux de que “La Tierra no pertenece al hombre sino que el hombre pertenece a la Tierra” todos los ecologistas lo dicen que no la inmensa mayoría no lo practica. La tierra hay que cultivarla de forma intensiva o extensiva; pero hay que cultivarla. Hay que cultivar hasta en las más pequeñas parcelas urbanas creando “huertos ecológicos” hay que cultivar en las urbanizaciones, en las terrazas, cubrir las fachadas de los edificios con huertos verticales, plantar en las macetas; que no que de un centímetro cuadrado sin cultivar; hay que recuperar la huerta tradicional y los huertos abandonados; no dejemos nada a la Naturaleza. Dominemos al planeta Tierra... pero, aso si, ecológicamente.
Siguiendo estos principios del ecologismo común, la solución mágica para evitar los incendios forestales es, que la gente vuelva al campo.
A mi entender, para prevenir los incendios forestales, lo lógico es saber qué y quien los los provoca para eliminar esa causa. Según un estudio publicado por Europa Press (https://n9.cl/pphqy) y ratificado por el Ministerios de Transición Ecológica en su informe correspondiente al decenio 2006-2015 (https://n9.cl/j3t8n), las principales causas de los incendios forestales son las actividades agrarias y ganaderas (el 65% o sea 2 de cada 3) Si las principales causas son las actividades agrícolas y ganaderas ¿Cómo se van a reducir los incendios aumentando las actividades agrarias y ganaderas? Es como decir que si la quema de combustibles fósiles es la causa del cambio climático, la solución contra el cambio climático es quemar más combustible fósil.
Por otra parte pedir que la gente vuelva al campo es como pedir la Luna. No hay nada que indique que el abandono del medio rural se va a parar; si no todo lo contrario. Las sequías, el cambio climático, la política de importación, los beneficios de los intermediarios y, sobre todo, que los servicios más necesarios (colegios, ambulatorios, agua, transportes, banca, telefonía, Internet, ocio, etc) la iniciativa privada no la va a apoyar, por no ser rentable para tan pocos clientes (y menos si se vota a la derecha que la defiende) y la iniciativa pública, por el momento tampoco, por la deuda que arrastramos. Y espera; que si se averían las subestaciones eléctricas, dejarán sin luz a los pueblos, porque estando en manos privadas, nadie las va a arreglar.
Pero, además, la vuelta al campo, requiere un aumento de la demanda de agua, que no se dispones y haría caer los precios de los productos agrícolas por exceso de oferta.
Por otro lado, cuando el ecologista de ciudad promueve recuperar los cultivos abandonados, parece como si creyera que la gente del campo es idiota. ¿Por qué abandonan el campo como lo bonito y útil es para combatir los incendios forestales?. Cuando se abandona el campo es porque no le es rentable a su propietario.
Pero a mi, como simio y ecologista, lo que más me duele es ese empeño del humano en domesticar el Planeta. O se cultiva el campo, o incendio; no hay lugar para recuperar el bosque originario y reducir los incendios a los estrictamente naturales. O lo llenamos todo de almendros, o incendios; no hay lugar para vegetación "inútil" como los pinos o las encinas. O las cabras y vacas domésticas, o incendios; no hay lugar para las cabras salvajes, los ciervos y los corzos que limpiarían el exceso de combustible gratis.
El hombre ha desestabilizado la naturaleza y cuando deja de intervenir, esta vuelve a su sitio. Es muy posible que los incendios sean una de las formas que tiene la naturaleza de volver a su sitio, eliminando la vegetación antinatural que el hombre le ha impuesto para su alimentación (almendros, trigales, etc) para reemplazarlo con la flora y fauna que se ha adaptado, tras millones de años de evolución.
En mi opinión, la solución a los incendios forestales es revertir la situación que nos ha llevado hasta aquí; pero no retroceder hasta volver al mundo rural; si no ir más allá: volviendo a como eran los bosque originales antes de la llegada del hombre.
Imaginemos como debieron ser los bosque originarios, hace un millón o dos millones de años; con flora muy diversa, con ungulados que regulaban el exceso de vegetación, con depredadores que regulaban el exceso de ungulados y con incendios naturales que regeneraban el bosque y contra los que la vegetación estaba adaptada. A la aparición del hombre, este empezó a alterar la estructura del bosque, cambiando su composición para explotarlo (monocultivos) o incluso eliminándolo para obtener tierras de cultivo o zonas de pastoreo; y esa alteración la realiza en muchas ocasiones provocando incendios. También, mediante la caza, elimina a los herbívoros y a los carnívoros. A estos últimos, primero los elimina para no tener competidores y luego, para proteger su ganado.
En lo que respecta a los incendios forestales, el papel controlador de la vegetación que realizaban los herbívoros salvajes, los suple con los domésticos; pero al llegar a la situación actual, en la que se abandona el campo y con ello el pastoreo, esa labor reguladora del exceso de vegetación, ya no la realizan no los herbívoros domésticos ni los salvajes; por ello el ecologismo tradicional apuesta por la vuelta del pastoreo y yo apuesto por la vuelta a un bosque lo más originario posible; con su diversidad vegetal y con sus ungulados silvestres, carnívoros, etc. para que la naturaleza se regule sola y gratis.
Tienes ventajas ya que no hay que pagar pastores ni proporcionarles colegios, hospitales, transportes, etc y no hay que obligar a nadie a vivir precariamente en el medio rural.
También tiene ventajas desde el pinto de vista ecológico, ya que el pastoreo busca el beneficio en forma de carne, lana, leche o quesos; así el pastoreo:
Hace mayor presión en la vegetación de la zona, generalmente más cercana a su casa pudiendo llevar a la extinción a algunas especies vegetales-
Pastorea con mayor intensidad en terrenos llanos y de fácil acceso, evitando pastorear en terrenos escarpados.
El pastoreo es estacionario. La mitad del del año el ganado se la pasa estabulado; mientras que los ungulados salvajes migran a territorios cálidos en invierno y frescos en verano.
La dispersión de semillas es más efectiva, por su extensión, con herbívoros silvestres que por domésticos.
El pastoreo no permite cohabitar con depredadores; mientras que los herbívoros silvestres los fomentan
La caza ejercida por pastores ejercida para eliminar depredadores y ungulados silvestres, distorsiona el equilibrio entre herbívoros, fomentando plagas como las de jabalíes.
La presencia de depredadores, no solo controla el exceso de herbívoros silvestres, si no que los dispersa impidiendo que estos castiguen demasiado la vegetación de una zona y favoreciendo la dispersión de semillas.
El pastoreo también afecta a animales carroñeros ya que los cadáveres de los herbívoros domésticos son para consumo humano. Los herbívoros silvestres muertos de forma natural o los restos abandonados por los depredadores favorece la presencia de carroñeros y necrófagos; tanto vertebrados como invertebrados.
En definitiva, el pastoreo elimina biodiversidad, mientras que la presencia de herbívoros silvestres, la aumentan. Eso sin contar que el pastoreo no se realiza por el bienestar de los animales de ganadería. E incluso, a la larga, puede ser perjudicial para los humanos por adquirir enfermedades derivadas del excesivo consumo de carnes y demás grasas de origen animal.
Obviamente, como es imposible volver a un bosque originario perfecto, porque faltan una fauna que se ha extinguido y, además, tenemos el problema añadido del cambio climático, algo se trabajo forestal y regulación humana, será necesario mantener.
En definitiva, la forma más económica y eficaz para combatir los incendios forestales es facilitar el que los terrenos abandonados vuelvan, lo antes posible a su estado natural, facilitando la reintroducción de la flora y fauna autóctona. Quizás de esta forma, también se recuperen los acuíferos y los nutrientes de la tierra para cuando el hombre necesite volver a cultivar la tierra, si es que lo vuelve a necesitar en el futuro.
Cuestión a parte es tema de la propiedad de las tierras que se incendian. La inmensa mayoría del territorio español es privado. ¿Qué tiene que correr a cargo del Estado los gastos de vigilancia, prevención, extinción, indemnización de daños a terceros y regeneración de terrenos abandonados por sus propietarios?